Jay, Jonathan y Alexandro salen a tomar un café. Cuando regresan al albergue, Max aún dormía así que fueron a follar al salón. Tras un rato, Max se despierta por los gemidos
Karl, un aleman bien macizo paso por mi casa a que le hiciera un masaje, tanto le gusto lo que le hacia que no paraba de moverse y cuando se dio la vuelta y yo vi su rabo engordar no pude resistirme a la tentacion de llevarmelo a la boca. Un minuto mas tarde el semental aleman ya estaba follandome el culo lo bestia para acabar regandolo de una buena lefada.