En Berlin, Peto Coast y su colega, me esperaban en su apartamento la polla bien dura preparada para reventarme el culito. Una vez llegue, los dos sementales me obligaron literalmente a ocuparme de sus rabos para despues follarme el culo a lo bestia, dejandome una buena dosis de lefa para acabar bien a gusto.
El chico guapo pasa la noche con dos nuevos amigos
Quentin, que se aburre frente a la télé, termina follado por todos los agujeros sobre la tabla de billar