Igor y Jey llegan a su piso de alquiler para pasarlo bien el fin de semana. No tuvieron mucha suerte, no fue un día soleado pero el propietario en cambio era un cachondo muy emprendedor
Jey estaba en el sur de Francia pasando el finde. Tras cruzarse con el guapísimo Igor, la suerte los vuelve a juntar en el portal de éste, quien lo invita a subir